Hazlo tú mismo: guía para pintar con causa (y no morir en el intento)

“Si vas a pintar, que tu trazo deje huella.”

Murales y Grafiti Político25/03/2025YareYare

Pintar un mensaje en la calle no es solo un acto creativo: es una declaración política. Ya sea con esténcil, brocha, aerosol o rodillo, intervenir el espacio público con una consigna, un rostro o una imagen es una forma de decir: “Aquí estamos, esto importa, no lo vamos a callar.” Pero en un país donde las paredes también son campo de disputa, hacerlo no es tan simple.

Aquí te dejamos una guía práctica para quienes quieren intervenir con sentido, con causa, y con conciencia. No se trata solo de soltar pintura: se trata de dejar una huella, sin caer en discursos vacíos, ni en riesgos innecesarios.

1. Define tu mensaje (y tu contexto)
Antes de agarrar la lata, pregúntate:

¿Qué quiero decir?
¿A quién va dirigido?
¿Qué quiero provocar?
No todos los muros son iguales ni todos los mensajes funcionan en cualquier lugar. Un mensaje sobre violencia de género no dice lo mismo si aparece frente a una iglesia, en una escuela o en la sede de un partido político. Elige el lugar y el lenguaje con intención.

Evita frases huecas o repetidas sin sentido. No se trata de copiar consignas, sino de sumarte a una conversación colectiva. Investiga, escucha, observa.

2. Hazlo colectivamente
Pintar con causa no tiene que ser una misión solitaria. Arma un grupo de confianza, ya sea de amigxs, compañerxs de lucha o colectivo artístico. Pintar en grupo no solo es más rápido y seguro, también te permite nutrir la propuesta con otras ideas, miradas y experiencias.

Además, hay fuerza simbólica en el acto colectivo: pintar juntas, desde la rabia o el amor, transforma el espacio y a quienes lo habitan.

3. Conoce tus derechos (y tus riesgos)
El espacio público es nuestro, pero eso no significa que no haya consecuencias legales o represalias. En la mayoría de ciudades mexicanas, el grafiti sin permiso puede considerarse “daño a propiedad pública o privada”, aunque no todos los casos se persiguen.

Si vas a intervenir un muro que no es tuyo:

Evita propiedades habitacionales o locales pequeños.
Prioriza bardas abandonadas, vallas institucionales, espacios con valor simbólico o zonas donde ya hay expresiones similares.
Documenta el proceso, especialmente si tu intervención tiene fines artísticos, educativos o de memoria.
Si puedes pedir permiso (por ejemplo, a una escuela, centro cultural o casa comunitaria), hazlo. A veces basta con una plática clara. Si no, actúa con conciencia de los riesgos.

4. Elige técnica según tiempo y contexto
Stencil: rápido, limpio y replicable. Ideal para mensajes cortos o íconos. Requiere preparar la plantilla antes.
Aerosol directo: útil para texto y fondos rápidos. Olor fuerte y más visible para policías o cámaras.
Rodillo y brocha: más lento pero más duradero. Permite cubrir grandes espacios. Ideal para murales más complejos.
Tiza o carboncillo: efímero pero simbólico, útil en marchas o espacios donde no se puede intervenir con pintura.
Ten a la mano:

Guantes, cubrebocas, cinta masking, trapos.
Pintura base si vas a cubrir algo antes.
Lámpara o celular si lo haces de noche.


5. Piensa en el diseño: que sea claro, fuerte y visible
Usa contrastes de color: negro sobre blanco, rojo sobre gris, etc.
Letras gruesas y legibles. Evita tipografías que parezcan decorativas si tu mensaje es urgente.
Acompaña texto con íconos o símbolos si es posible: una imagen poderosa puede decir más que una frase.
Firma si lo crees necesario: con el nombre del colectivo, una frase o símbolo. También puedes dejarlo anónimo.


6. Cuida el fondo y el territorio
No pintes encima de otro mural o intervención política sin diálogo. Respeta el trabajo de otrxs.
Observa el territorio antes: ¿es zona caliente? ¿Hay cámaras? ¿Hay vigilancia? ¿Cómo reacciona la comunidad?
No caigas en la trampa del “activismo estético” vacío. Si pintas por pintar, sin estar conectado con la lucha local, puede sentirse como apropiación o espectáculo.

7. Documenta y comparte
Toma fotos y videos del proceso. Comparte en redes, pero con cuidado:

Evita mostrar rostros si hay riesgo.
No reveles la ubicación si puede generar represalias.
Explica el porqué, no solo el resultado.
El registro es parte de la lucha. Un mural que nadie ve puede ser borrado al día siguiente. Uno que circula, que se comenta, que genera conversación, puede tener un impacto mayor.

 
Pintar con causa no es solo arte: es acción política.
Hazlo con respeto, con fuerza, con intención.
Porque si vas a tomar la pared, que tu trazo deje huella.

Te puede interesar
Lo más visto